Ortopedia Pediátrica: Conozca los principales problemas ortopédicos en niños.

Ortopedia Infantil: Problemas, Tratamientos y Prevención.

La infancia es una etapa crucial para el crecimiento y desarrollo de los niños. Como tal, es un período en el que se producen cambios significativos en sus sistemas musculoesqueléticos, que se desarrollan y se adaptan a los desafíos diarios.

Por eso, los más pequeños son más propensos a tener algunas patologías a nivel ortopédico debido al constante desarrollo de sus huesos y músculos hasta finales de la adolescencia. Con motivo del Día Mundial del Niño, en este artículo recordaremos algunos diagnósticos más comunes, presentando algunas soluciones de tratamiento y prevención.

Durante el crecimiento…

Durante el crecimiento, es crucial cuidar del sistema musculoesquelético en desarrollo para garantizar una progresión saludable y prevenir problemas ortopédicos. Hay algunos diagnósticos que, cuando se identifican a tiempo, pueden ser tratados fácilmente con el apoyo de productos especializados. ¡Descubre cuáles!

Pie Plano

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El pie plano infantil es una condición común que puede estar presente desde el nacimiento del bebé o desarrollarse durante la infancia. Esta condición afecta el arco plantar del pie del niño: en lugar de tener un arco pronunciado en la región central del pie, la planta del pie está en contacto casi total con el suelo.

Para identificar el pie plano en un niño, debes verificar si, al apoyar el pie en el suelo, el arco plantar está bien definido y ligeramente elevado del suelo, o si, por otro lado, toda la superficie del pie está en contacto con el suelo. Cuando se detecta lo antes posible por parte del ortopedista pediatra, esta condición puede tener mejoras y resultados significativos.

El tratamiento del pie plano infantil depende, por supuesto, de la gravedad de la condición. Pero en la mayoría de los casos, el tratamiento implica el uso de una plantilla ortopédica infantil recomendada para esta patología, con soporte en el arco plantar para que se posicione correctamente de manera gradual.

Displasia de Cadera en el Bebé.

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La displasia de cadera es una afección un poco más compleja y generalmente se identifica poco después del nacimiento. Se trata de un subdesarrollo completo del «encaje» en el hueso pélvico que la cabeza del fémur (hueso del muslo) debería tener. Esto hace que la cabeza del fémur esté constantemente «desencajada» con el movimiento natural y constante de las piernas del bebé.

Para el tratamiento de esta patología, el ortopedista infantil puede recetar ortesis especiales que ayudan a mantener la cadera en la posición adecuada, permitiendo corregir la displasia, como el arnés de Dennis Brown o el arnés de Pavlik.

¡Los accidentes suceden!

Por más cuidadosos que seamos, los accidentes pueden ocurrir, especialmente durante la infancia. Los niños son activos, curiosos y siempre están en movimiento, lo que puede resultar en lesiones. Descubre algunas de las más comunes y aprende cómo prevenir estas situaciones.

Fracturas óseas en niños.

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Los niños, debido a su comportamiento típico de la edad y su estructura, tienen una mayor tendencia a sufrir caídas y, como consecuencia, fracturas óseas. Por lo tanto, las fracturas óseas en los niños son lesiones muy comunes que pueden ocurrir durante cualquier juego o actividad. Lo que sucede en una fractura ósea es que se aplica una fuerza excesiva sobre un hueso, lo que provoca que se rompa o se agriete.

Los accidentes ocurren y causan fracturas muy comunes:

    • En las extremidades superiores: cabeza, clavícula, antebrazo o muñeca.
    • En las extremidades inferiores: piernas, tobillos o pies.
    • Para apoyar el tratamiento de las fracturas en las extremidades, el ortopedista infantil recomendará:
    • Casco de protección, en caso de haber sufrido algún traumatismo craneal que requiera una protección adicional.
    • Inmovilizador de clavícula infantil, en caso de sufrir una fractura o luxación en la región de la clavícula, ya que este es un dispositivo médico indicado para mantener la postura correcta de la clavícula, evitando recaídas o movimientos que puedan comprometer la recuperación.
    • Ortesis, con o sin inmovilización de las extremidades, dependiendo de la extensión y ubicación exacta de la lesión.
    • Soportes de brazo o antebrazo, fabricados con materiales de alta calidad y resistencia para limitar los movimientos del miembro superior.

Las fracturas son un diagnóstico extremadamente común que puede ocurrir en cualquier niño, en diversas situaciones. El tiempo de recuperación es variable y siempre dependerá del diagnóstico del médico ortopedista.

Esguinces y luxaciones.

Ya sea jugando fútbol, corriendo, bailando ballet o practicando deportes escolares, es fácil sufrir esguinces y luxaciones. Estas lesiones son muy comunes y, aunque distintas, ambas implican daños en las estructuras articulares y pueden resultar en dolor e hinchazón.

Para estas situaciones, y dependiendo de la gravedad del diagnóstico, el ortopedista pediátrico recomendará la mejor solución, que puede incluir una bota Walker pediátrica, un pie elástico o una ortesis.

Prevención y bienestar

Además del diagnóstico y tratamiento adecuado de algunas patologías y condiciones, existen productos de bienestar diseñados específicamente para promover la comodidad, seguridad y desarrollo saludable de los niños. Descubre algunos de estos productos.

¿Cómo dormir bien?

Dormir con una almohada ortopédica desde temprana edad puede tener beneficios incalculables para el desarrollo saludable de los niños. Durante los primeros años de vida, el cráneo de los niños es más maleable y susceptible a deformaciones, por lo que es muy recomendable usar una almohada que reduzca la presión en el cráneo del bebé.

Así, las almohadas pediátricas permiten prevenir y corregir deformaciones craneales, gracias a su diseño ergonómico, y ayudan en la corrección y prevención de diversas patologías. De esta manera, permiten el crecimiento del cerebro sin barreras para que pueda formarse de forma natural.

Los primeros pasos

Las plantillas ortopédicas desempeñan un papel esencial en los primeros pasos de los niños, ya que  brindan soporte y estabilidad a los pies en desarrollo. Durante esta fase crucial, los pies de los niños están en un proceso de adaptación a una nueva forma de locomoción y, por lo tanto, sujetos a un crecimiento acelerado.

La plantilla ortopédica para niños ofrece un soporte especialmente resistente y flexible, proporcionando una mayor libertad de movimiento para los músculos del pie y al mismo tiempo fortaleciéndolos. Durante el desarrollo de la marcha, la palmilla también se considera preventiva, contribuyendo al crecimiento y desarrollo saludable de los pies.

Los niños están en constante crecimiento y desarrollo, lo que significa que sus músculos y huesos están en evolución. Por lo tanto, es esencial que los padres, cuidadores y profesionales de la salud estén atentos a cualquier señal de anormalidad o lesión.

La intervención temprana y el tratamiento adecuado de la mayoría de las condiciones ortopédicas en niños pueden ayudar a prevenir complicaciones a largo plazo, como deformidades permanentes, problemas de crecimiento o limitaciones funcionales. Sin embargo, siempre recuerde que cada niño es único y requiere un enfoque individualizado. Por eso, no descarte la búsqueda de orientación profesional para garantizar la adopción correcta de tratamientos y medidas adecuadas. De esta manera, estarás garantizando un crecimiento saludable, un desarrollo adecuado y una vida feliz y activa.

Cualquier producto que el ortopedista pediátrico recete se puede encontrar en su Loja Ortopédica, para que el niño pueda obtener rápidamente el dispositivo necesario para mejorar o prevenir la  patología.

Además, si tiene alguna duda sobre el producto recetado, puede ponerse en contacto con nosotros a través de nuestro servicio de atención al cliente (+351 224 233 085 – llamada a la red fija nacional), nuestro correo electrónico (apoiocliente@lojaortopedica.pt) o nuestras redes sociales.

Recuerde que este artículo es meramente informativo y no reemplaza la consulta con un médico ortopedista pediátrico.

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